VILAC - GLÈISA DE SANT FÉLIX

La iglesia de Sant Fèlix deleitará la sensibilidad artística del visitante; su configuración arquitectónica nos advertirá de su origen románico a través de su planta basilical; de ella parte una estructura de tres naves (bóveda de cañón la central y de cuarto de esfera las laterales) con las cuatro arcadas que separan las naves y los correspondientes pilares circulares que las soportan. Pero el mejor referente arquitectónico y escultórico de época románica de Sant Fèlix es su portada; está formada por cuatro arcos de medio punto en degradación y protegidos por un guardapolvo decorado con el típico ajedrezado (originario de Aragón y Navarra). El tímpano presenta un curioso trabajo escultórico con la representación de la figura de Cristo, coronado y entronizado, y rodeado por el Tetramorfo; otro elemento destacable es la lápida (de origen funerario) encastada en la parte superior de la portada. La herencia gótica se manifiesta en la construcción del campanario, de datación constructiva alrededor de los siglos XIV y XV; permanece adosado al muro de poniente de la iglesia y su base podría delatar un cierto origen defensivo.

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